Mi gato tose como si tuviera algo en la garganta: causas y qué hacer

Por Alfredo Molina. Veterinario
5 de marzo de 2025 por
Mi gato tose como si tuviera algo en la garganta: causas y qué hacer
Comunicación
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Aunque la tos es algo más que normal en las personas y ya estamos más que acostumbrados a escucharla, ni te imaginas la de dueños de gatos que se asustan cuando lo escuchan toser por primera vez.

Cuando nuestro gato comienza a toser de forma recurrente y parece que tiene algo atascado en la garganta, es normal que nos preocupemos y busquemos una solución lo antes posible. La tos en gatos puede estar relacionada con distintas afecciones, que van desde situaciones leves como la formación de bolas de pelo hasta problemas de salud más graves, tales como el asma felino o incluso enfermedades cardíacas. A continuación, te voy a comentar en este artículo las posibles causas de la tos en los gatos, qué hacer en cada caso y cómo prevenir que este síntoma afecte el bienestar de nuestro compañero peludo.

¿Por qué tose mi gato?

La tos es un mecanismo de defensa natural que ayuda a expulsar cualquier elemento irritante o bloqueo en las vías respiratorias. En los gatos, se puede presentar de forma seca o productiva (con expulsión de flema, pelo o vómito), y puede estar asociada a distintos factores. Entre las causas comunes se encuentran la irritación o inflamación en las vías respiratorias, las reacciones alérgicas, la presencia de cuerpos extraños, las enfermedades infecciosas o los problemas cardíacos.

Como puede ser complicado el diagnóstico, observar con detenimiento la intensidad, frecuencia y duración de la tos, así como la presencia de otros signos (estornudos, secreción nasal, dificultad para respirar, etc.), resulta fundamental para guiar al veterinario en la identificación de la causa subyacente. Cualquier cambio repentino en la conducta o en la rutina del gato, como pérdida de apetito o letargo, también puede ser indicativo de un problema de salud que requiera atención inmediata.

Bolas de pelo

Una de las razones más comunes por las que los gatos tosen como si tuvieran algo atascado en la garganta es la formación de bolas de pelo o tricobezoares. Esto puede ser importante sobre todo en gatos de pelo largo como los persas. Dado que los gatos dedican gran parte de su tiempo al acicalado, es muy frecuente que ingieran pelos que, con el paso del tiempo, se van acumulando en su estómago. Cuando esta acumulación crece demasiado o resulta difícil de expulsar, el gato puede presentar tos, arcadas e incluso llegar a vomitar la bola de pelo.

Los síntomas más habituales relacionados con las bolas de pelo incluyen tos seca o productiva, arcadas, náuseas y, en algunos casos, disminución del apetito si la bola de pelo es lo suficientemente grande como para causar molestia. Para ayudar a tu gato a evitar este problema, es recomendable cepillarlo de manera regular, especialmente si es de pelo largo o si está en épocas de muda. Asimismo, el uso de malta para gatos puede facilitar el tránsito intestinal de los pelos, y una dieta que incluya fibra contribuye a la eliminación natural de los tricobezoares. Sin embargo, si el cuadro empeora o persiste durante varios días, lo más conveniente es acudir al veterinario para descartar complicaciones mayores.

Alergias

Los gatos pueden toser al ser sensibles a diversos alérgenos presentes en su entorno, como el ácaro del polvo, el polen, el humo del tabaco o determinados productos químicos. Cuando se exponen a estos desencadenantes, sus vías respiratorias pueden irritarse, provocando estornudos, secreción nasal y, en ocasiones, una tos seca y recurrente. A menudo, también se observan signos de picazón en la piel, enrojecimiento o lagrimeo ocular.

Para abordar este tipo de tos, lo ideal es identificar el alérgeno responsable. El veterinario puede realizar pruebas específicas para determinar a qué sustancia reacciona el gato. Mientras se realiza el diagnóstico, es útil mantener el entorno lo más libre posible de polvo y humo. En caso de alergias graves, el veterinario podría recetar antihistamínicos, corticosteroides u otros medicamentos que controlen la inflamación y los síntomas respiratorios. Reducir los factores ambientales que causan molestias, como aerosoles o productos de limpieza muy fuertes, es clave para el bienestar de nuestro felino.

Asma felino

El asma felino es una enfermedad crónica caracterizada por la inflamación y el estrechamiento de las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración y genera episodios de tos intensa. Suele manifestarse en forma de tos seca y persistente, acompañada de sonidos sibilantes al respirar, jadeos o dificultad para realizar actividades físicas con normalidad. En momentos de crisis, el gato puede presentar respiración con la boca abierta, letargo y una reducción notable de su actividad diaria.

Si sospechas que tu gato puede tener asma, es fundamental acudir al veterinario de inmediato. El diagnóstico incluye exámenes clínicos, radiografías y, en ocasiones, pruebas adicionales para descartar otras enfermedades respiratorias. El tratamiento, a menudo, combina broncodilatadores y antiinflamatorios que ayudan a controlar los brotes asmáticos. Asimismo, minimizar la presencia de alérgenos y mantener un ambiente limpio y libre de polvo o humo del tabaco es esencial para prevenir recaídas y mejorar la calidad de vida de tu mascota.

Infecciones respiratorias

Los virus, bacterias u hongos pueden infectar el tracto respiratorio del gato, causando inflamación y generando síntomas como tos, estornudos frecuentes, secreción nasal y ocular, pérdida de apetito, fiebre y letargo. Estas enfermedades infecciosas suelen darse más en gatos cachorros o jóvenes, sin vacunar y en inmunodeprimidos. Entre las infecciones más comunes se encuentran la rinotraqueítis felina, causada por el virus del herpes felino, y la calicivirosis, ambas caracterizadas por alteraciones respiratorias.

Como estas enfermedades suelen ser graves, ante signos de infección respiratoria, es importante acudir al veterinario lo antes posible para que realice un diagnóstico preciso y establezca el tratamiento adecuado, que puede incluir antibióticos o antivirales según la causa. En casa, resulta esencial aislar al gato enfermo de otros felinos para evitar contagios, asegurar su hidratación y proporcionarle un ambiente cálido y tranquilo. Si se actúa a tiempo y con los cuidados apropiados, la mayoría de los gatos responde bien al tratamiento y puede recuperarse totalmente.

Cuerpos extraños

Otra situación menos frecuente que puede provocar tos repentina y persistente en tu gato es la presencia de un cuerpo extraño en sus vías respiratorias. Puede tratarse de una brizna de hierba, una pequeña semilla o incluso fragmentos de juguete que, al quedar alojados en la tráquea o garganta, generan una reacción inmediata de tos y malestar. Este problema se ve más en gatos que no están demasiado controlados y que tienen acceso al exterior.

El gato puede mostrar, además, arcadas, molestias por la zona de la garganta dificultad para tragar, babeo excesivo e incluso ansiedad al no poder expulsar el objeto. Si sospechas que tu mascota ha inhalado o ingerido algún elemento extraño, si lo ves de forma clara, puedes intentar sacarlo, pero si tienes dudas o es un material duro y muy enganchado, no intentes retirarlo por tu cuenta, ya que podrías empeorar la situación. Lo mejor es acudir de inmediato al veterinario, quien cuenta con las herramientas y la experiencia para extraer el objeto de manera segura. Tras la intervención, el profesional valorará si es necesario administrar antibióticos o antiinflamatorios para prevenir complicaciones o infecciones secundarias, aunque no suele ser necesario.

Parásitos

Ciertos parásitos, como los gusanos pulmonares o el gusano del corazón (dirofilariosis), pueden alojarse en las vías respiratorias o en el corazón del gato y provocar una tos persistente. Este tipo de infecciones parasitarias suelen acompañarse de signos como dificultad para respirar, pérdida de peso, letargo y, en casos avanzados, distensión abdominal. Con los protocolos de desparasitación actuales, es bastante difícil que nuestros gatos de casa sufran este problema, pero siempre hay que tenerlo presente.

Para confirmar la presencia de parásitos, el veterinario recurrirá a análisis de sangre y pruebas específicas. En caso de un resultado positivo, el tratamiento se basará en medicamentos antiparasitarios que ayuden a eliminar el organismo invasor. La mejor forma de prevenir estos problemas es mantener al día el calendario de desparasitación de tu mascota y seguir las recomendaciones de tu veterinario sobre productos preventivos.

Enfermedades cardíacas

Las afecciones del corazón no son demasiado frecuentes en los gatos, pero también pueden estar detrás de la tos en algunos casos. Cuando el corazón no funciona adecuadamente, puede darse una acumulación de líquido en los pulmones o una mayor presión en las vías respiratorias. Esto ocasiona que el gato presente tos seca, especialmente durante la noche, acompañada de dificultad para respirar o intolerancia al ejercicio. En casos más graves, pueden surgir desmayos ocasionales, y las encías podrían verse pálidas o con tonalidades azuladas, indicando una deficiencia en la oxigenación de la sangre.

El veterinario evaluará la función cardíaca a través de radiografías, ecocardiogramas y ecocardiografía. Si se detecta una enfermedad cardíaca, se recetarán medicamentos que mejoren la función del corazón y reduzcan la acumulación de líquidos en los pulmones. Además, serán necesarias revisiones periódicas para ajustar el tratamiento en función de la evolución del gato, ya que se trata de un proceso crónico, sin cura y que lamentablemente va progresando.

Tumores

Aunque es mucho menos frecuente, los tumores en el área de los pulmones, la tráquea o el mediastino pueden obstruir las vías respiratorias y desencadenar episodios de tos persistente. Este problema de salud suele ir acompañado de pérdida de peso, disminución del apetito, debilidad general y, en fases avanzadas, tos con sangre.

El diagnóstico de un posible tumor en el sistema respiratorio requiere pruebas detalladas, como radiografías, TAC y biopsias. Dependiendo de la ubicación, el tipo de tumor y el estado general del gato, el veterinario puede plantear opciones de tratamiento que incluyan cirugía y/o quimioterapia. Si el pronóstico es desfavorable, es fundamental brindar cuidados paliativos para asegurar la mayor calidad de vida posible.

¿Cómo prevenir la tos en gatos?

La prevención es siempre el mejor enfoque para evitar complicaciones de salud en nuestras mascotas. En el caso de la tos, algunas medidas clave como para otras enfermedades, incluyen llevar al gato a revisiones veterinarias periódicas para detectar posibles enfermedades de manera temprana, mantener al día las vacunas y la desparasitación, y ofrecerle una alimentación de calidad que refuerce sus defensas. Del mismo modo, resulta beneficioso controlar el entorno y reducir al máximo los alérgenos en el hogar, evitando el uso de aerosoles, perfumes o productos químicos fuertes que puedan irritar sus vías respiratorias.

Proporcionar un enriquecimiento ambiental adecuado, con juguetes seguros que no contengan piezas diminutas o frágiles, ayuda a prevenir que el gato inhale o ingiera objetos peligrosos. Por último, alejarlo de ambientes llenos de humo del tabaco o de contaminantes similares es crucial para protegerlo de posibles daños en sus pulmones.

Tratamientos para la tos en gatos.

El tratamiento más adecuado para la tos felina siempre dependerá de la causa que la esté originando. Tras un diagnóstico veterinario, es posible que se receten antibióticos o antivirales en caso de infección, antihistamínicos o corticosteroides si se trata de alergias o asma, o incluso broncodilatadores para facilitar la respiración. Cuando el problema se relaciona con parásitos, se administrarán antiparasitarios específicos, mientras que en situaciones menos frecuentes y más complejas, como tumores o enfermedades cardíacas, se recurrirá a tratamientos más avanzados o quirúrgicos.

En casa, es fundamental que el gato disponga de un ambiente tranquilo y confortable. Asegurarse de que beba suficiente agua y de que reciba la medicación exactamente como lo ha indicado el veterinario resulta esencial para su recuperación. En algunos casos, el uso de nebulizaciones o inhaladores puede aliviar la irritación de las vías respiratorias, y los suplementos nutricionales contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico y acelerar la recuperación.

Conclusión

La tos en los gatos es relativamente frecuente, aunque por suerte, suele tener una rápida y satisfactoria recuperación. Aun así, es un síntoma que no debe ignorarse, ya que puede ser indicativo de diversas afecciones, desde bolas de pelo hasta enfermedades más serias como el asma felino o problemas cardíacos. Es fundamental observar a tu mascota y acudir al veterinario ante cualquier signo de malestar. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son clave para garantizar la salud y el bienestar de tu gato.

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