Muchos peludos sufren de ansiedad cuando se quedan solos en casa y, como reacción inmediata tienden a destrozar muebles, ladrar muy alto, lamerse o morderse de forma obsesiva, esperar obsesivamente detrás de la puerta o a realizar movimientos repetitivos. La ansiedad por separación es algo bastante común y puede corregirse para que tanto humanos como perros (también algunos gatos) sufran lo menos posible.
Tras la cuarentena, y de forma progresiva, muchos de nosotros nos vamos a ir incorporando al trabajo. Esto significa vamos a pasar mucho menos tiempo en casa, y por ende puede desencadenar conductas ansiosas en nuestros amigos de cuatro patas (que frente a un cambio tan rotundo vean sus rutinas afectadas).
Esta angustia perruna aparece cuando se quedan solos en casa, cuando permanecen encerrados en una habitación (pero hay gente en casa) o cuando su persona favorita se marcha. En algunas ocasiones la ansiedad empieza minutos antes de que su sueño se vaya de casa, otras veces aparece cuando el perro ya lleva varias horas solo en casa y, de pronto, se asusta por algún motivo o también puede surgir frente a cambios de horario (por ejemplo: si el dueño normalmente llega a las 5 y un día llega a las 8 a casa pueden aparecer manifestaciones perrunas de pánico). La cantidad de tiempo exacta varía en función de cada perro, y el cómo se enfrenta a esa ansiedad también.
Para ayudarte frente a esta posible situación te damos 6 consejos que puedes poner el práctica, y que te ayudarán a prevenir o intervenir en caso de que detectes síntomas de ansiedad por separación.
No potencies su nerviosismo
No te despidas de él o alimentes su nerviosismo con palabras o frases como “me voy, pero volveré pronto”, “pórtate bien en casa”, “¡adioooos!” y ese tipo de frases que, sin duda, él sabe que son despedidas o sinónimo de “me quedo solo”. Y más si notas que de por sí ya está nervioso viendo cómo te preparas para marcharte. Él ya sabe que te vas y tampoco hace falta que le engañes con prácticas tan comunes como coger las llaves en silencio para que no oiga el ruido o no ponerte el abrigo en casa para que no haga asociaciones. Él sabe lo que está pasando.
No alimentes su alteración
Cuando tras tu jornada laboral llegues a casa, hazle un saludo corto para que sea consciente de que le has visto y de que te alegras. Pero no seas excesivamente efusivo o aumentes su alteración con saltos, gritos y abrazos. Ojo, no se trata de ignorarle, ¡se trata de saludarle de forma tranquila! Cuando él esté más relajado puedes aprovechar para llamarle y prestarle más atención.
Crea un lugar para él
Si notas que cuando se queda en casa tiene miedo, crea un pequeño espacio para él donde se sienta seguro. Si en tu ausencia sabe que dispone de un rincón agradable y cómodo podrá refugiarse en él y dormir de forma mucho más tranquila. Una cama cómoda, una mantita y algunos de sus juguetes le ayudarán a jugar, descansar y distraerse más fácilmente.
Juguetes siempre a mano
Es importante que en tu ausencia él sepa cómo entretenerse, por eso un par de sus juguetes favoritos le pueden ayudar a que la ansiedad aminore poco a poco. Puedes aprovechar y, en aquellos momentos en los que se quede solo, darle juguetes nuevos o con los que no juega normalmente. De esta forma tendrá algo novedoso y curioso a lo que poder dedicarle horas. Los juguetes interactivos tipo Kong (rellenados con comida), huesos para que mastique o otros juegos en los que tenga que usar su ingenio para conseguir algo pueden ser grandes aliados para el entretenimiento non stop.
No le castigues
Si al llegar a casa te encuentras con pis, caca o algún mueble o planta destrozada no le castigues. Piensa que él no sabe lo que está pasando y que puede que los destrozos sean de hace horas. Aunque nuestro peludo adopte una postura de sumisión y nosotros interpretemos esto como culpabilidad, él no comprende el por qué se le está riñendo. Es super importante tener en cuenta que no hace estas cosas para vengarse o para castigarnos porque nos hayamos ido de casa, no hay dobles intenciones en su comportamiento.
Cánsalo antes de irte
Antes de dejarle solo en casa asegúrate de que se queda cansado en casa, física y mentalmente. ¿Cómo? Con un paseo largo, corriendo, dejando que interactúe y juegue con otros perros, olisqueando, jugando tú con él en el parque y finalizando con una buena dosis de mimos. Así su nivel de energía será más bajito, estará más cansado y podrá dormir con mayor facilidad.
No es una situación fácil y requiere de mucha paciencia por tu parte, sin embargo si ves que las cosas se complican pide ayuda a tu veterinario o etólogo de confianza para que la situación no acabe agravándose más. Por otro lado, si tu peludo va a pasar mucho tiempo solo en casa recuerda que además también tienes la opción de servicios de guarderías de día (que pueden durar hasta 10 horas) o de servicios de paseo puntuales. Empiece a escribir aquí...